El Hilo de Ariadna
Conócete a ti mismo
El Hilo de Ariadna es un curso anual en 12 encuentros de fin de semana motivado por la sentencia más universal de la sabiduría humana: GNOTHI SEAUTON, NOSCE TE IPSUM, CONÓCETE A TI MISMO.
El reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza, sugieren las tradiciones sapienciales, es lo único que da sentido, claridad y libertad a la experiencia humana. Sin el conocimiento profundo de uno mismo no hay liberación, plenitud, ni realización posible. Nuestra verdadera profesión, por consiguiente y en cuanto que seres autoconscientes, es encontrar el camino hacia nosotros mismos.
Ningún viento es propicio para quién no sabe a qué puerto se dirige. La complejidad de la peregrinación demanda una buena preparación que haga posible la aventura. La madriguera por la que tenemos que introducirnos para seguir al conejo es estrecha y oscura. El laberinto de la mente está dominado por una bestia híbrida que sólo come carne humana. Son muchos los seductores cantos de sirena que trataran de impedirnos el regreso a casa. El peregrino debe tener claro dónde va y por qué hace el trayecto, así como contar con un mapa que muestre la senda que ha de transitar y las dificultades que comprende su recorrido. El Hilo de Ariadna es este mapa. Un mapa en forma de mandala que se entregará a aquellas personas que pudiendo elegir la píldora azul de la complacencia, no dudan en escoger la pastilla roja de la verdad.
El reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza, sugieren las tradiciones sapienciales, es lo único que da sentido, claridad y libertad a la experiencia humana. Sin el conocimiento profundo de uno mismo no hay liberación, plenitud, ni realización posible. Nuestra verdadera profesión, por consiguiente y en cuanto que seres autoconscientes, es encontrar el camino hacia nosotros mismos.
Ningún viento es propicio para quién no sabe a qué puerto se dirige. La complejidad de la peregrinación demanda una buena preparación que haga posible la aventura. La madriguera por la que tenemos que introducirnos para seguir al conejo es estrecha y oscura. El laberinto de la mente está dominado por una bestia híbrida que sólo come carne humana. Son muchos los seductores cantos de sirena que trataran de impedirnos el regreso a casa. El peregrino debe tener claro dónde va y por qué hace el trayecto, así como contar con un mapa que muestre la senda que ha de transitar y las dificultades que comprende su recorrido. El Hilo de Ariadna es este mapa. Un mapa en forma de mandala que se entregará a aquellas personas que pudiendo elegir la píldora azul de la complacencia, no dudan en escoger la pastilla roja de la verdad.